Las funciones ejecutivas (FE) pueden definirse como el conjunto de habilidades cognitivas implicadas en el razonamiento, y en la resolución de situaciones novedosas o cambiantes de una forma efectiva. En términos genéricos, podemos decir que las funciones ejecutivas son la secuencia de actividades que nos llevan a conseguir un objetivo.
Las funciones ejecutivas son operaciones mentales dirigidas hacia un fin. Permiten que podamos seleccionar, planificar y tomar decisiones voluntarias. Las funciones ejecutivas constituyen la esencia de nuestra conducta:
Las funciones ejecutivas abarcan una serie de procesos cognitivos, entre los que destacan:
- La anticipación
- La elección de objetivos
- La Planificación
- La selección de la conducta
- La autorregulación,
- La automonitorización
- El uso de feedback.
Algo tan cotidiano como llegar puntual a clase o al trabajo, o simplemente ir al cine o quedar con nuestros amigos, implica un uso adecuado de estas funciones. Si fallan, nuestra conducta no será eficaz y nuestros planes y metas no se cumplirán como esperábamos.
Una persona que presenta problemas en las Funciones Ejecutivas o una actividad deficiente de las mismas probablemente presentará:
Además hay una serie de enfermedades patológicas que correlacionan con un déficit en las funciones ejecutivas, destacando entre ellas la esquizofrenia, el trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno disocial de la personalidad, el autismo o el TDAH.
Gracias a la plasticidad cerebral, nuestras funciones ejecutivas pueden mejorar sensiblemente. A través del entrenamiento podrás conseguir una mayor eficiencia y efectividad en los retos que te propongas.
Gracias a la neuroplasticidad del cerebro, estos estímulos exteriores en forma de ejercicios modularán los procesos subyacentes a las funciones ejecutivas. La ciencia ha mostrado que la experiencia y el aprendizaje modifican y facilitan la aparición de nuevas conexiones neuronales, mejorando así nuestro desempeño cotidiano.
Se estima que casi la mitad de la población presenta algún tipo de deficiencia en sus funciones ejecutivas.
Por lo tanto, entrenar las habilidades cognitivas para la consecución de un mejor desempeño de las funciones ejecutivas, no sólo va a beneficiar a niños, adolescentes o adultos con problemas de aprendizaje, TDAH o dislexia, sino a cualquier persona de cualquier edad que quiera mejorar sus funciones cognitivas.
En Rubik contamos con profesionales especializados y con experiencia en las funciones ejecutivas.