Es una patología que se caracteriza por presentar falta de motivación, falta de energía, falta de voluntad, falta de iniciativa, así como imposibilidad para ser capaz de tomar decisiones y llevarlas a cabo.
Esta considerada por muchos como una forma extrema de apatía, y ello es debido a los principales síntomas que presenta:
–Problemas para iniciar y mantener la motivación intencionadamente
–Disminución del interés por las actividades de ocio habituales
-Incremento del tiempo de respuesta
-Reducción de la espontaneidad
-Disminución del movimiento espontáneo
–Pasividad
–Disminución de la capacidad de dar respuestas emocionales
–Reducción de interacción social
Las personas abúlicas poseen grandes dificultades para poder iniciar y terminar la mayoría de las actividades que están llevando a cabo, siendo muy común que las aplacen. Ello no sólo incluye las aficiones, sino que también afecta en el ámbito laboral, actividades básicas de la vida diaria, etc.
También suele ser habitual que se presenten problemas sociales por falta de motivación y de voluntad para relacionarse con los demás. Además, este tipo de personas presentan severos problemas llegado el momento de tomar decisiones y de organizar sus propios pensamientos.
Los movimientos del individuo afectado también presentan alteraciones, de tal manera que el movimiento espontáneo disminuye, lo que da lugar a una reducción en la capacidad de dar respuesta a la estimulación. Las personas abúlicas sienten impotencia e indecisión, llegando a padecer un fuerte dolor emocional.
Es posiblemente un síntoma asociado a otra clase de dificultades psicológicas como la esquizofrenia, el trastorno bipolar, la distimia o la depresión. Es más, la depresión se presenta como el trastorno mental en el que más frecuentemente se presenta la abulia como síntoma asociado principal.
También se ha determinado que puede aparecer con motivo de alteraciones cerebrales generadas por un accidente o una infección.
En el supuesto que sufrir lesiones cerebrales frontales o bien en los ganglios basales pueden surgir síntomas relacionados directamente con la motivación y la iniciación de movimientos.
Dichas lesiones pueden ser ocasionadas por distintos trastornos, patologías, accidentes cerebrovasculares y traumatismos craneoencefálicos.
Asimismo, como se mencionaba, las infecciones también pueden afectar al cerebro, un claro ejemplo es la sífilis. Las personas anémicas también son proclives a sufrir síntomas muy similares a los que sufren las personas abúlicas.
La Terapia psicológica avanzada, cognitivo conductual añadiendo EMDR en caso necesario y las herramientas más avanzadas de la psicología moderna, se trabajará para llegar al origen del problema con una solución profunda y perdurable en el tiempo.
Somos un centro de psicología muy habituado a tratar a personas con esta afección garantizando muy buenos resultados y mejorando la calidad de vida de la persona afectada.