La hipocondría es una afección psicológica, que padecen las personas que ante la mínima señal de malestar físico, sufren una reacción de miedo y de ansiedad creyendo padecer una enfermedad más grave e incluso informándose y conociendo a fondo las enfermedades más graves relacionadas con su sintomatología que cree estar poseyendo, porque para ellos es real.
Cuando una persona padece hipocondría, las reacciones ante los síntomas físicos son excesivamente desproporcionadas. De manera habitual y minuciosa revisarán su cuerpo en busca de señales que indiquen que está padeciendo una enfermedad grave. Igualmente ocurrirá cuando enfermen de verdad o por ejemplo tengan un dolor de cabeza, sus síntomas se percibirán como señales por ejemplo en este caso de un tumor cerebral.
Son personas que viven de manera constante en alerta, el miedo y la ansiedad dominan sus conductas y sus pensamientos, pudiendo llegar a ser muy invalidante y afectando a todas las esferas de su vida. Para poder superar la hipocondría es importante realizar un tratamiento adecuado, los psicólogos de Rubik en Navarra desarrollamos programas específicos.
Las posibles causas o precipitantes de la hipocondría son las siguientes:
Conocimiento aprendido y sobreprotección: Una educación basada en la sobreprotección, en el miedo excesivo a cualquier síntoma físico, asociándolo a enfermedades graves. Puede hacer que la persona interiorice este comportamiento y por tanto las sensaciones corporales negativas por muy mínimas que puedan ser, las lleve al extremo.
Experiencias traumáticas: La muerte traumática de algún familiar o ser querido, debido a una enfermedad grave, que suelen debutar muy avanzadas es otra posible causa de la hipocondría. El desconcierto y el desconocimiento llevan a la persona a asociar sus síntomas con la experiencia vivida y por lo tanto obsesionarse de manera descontrolada.
Ser sugestionable: Cuando una persona es fácilmente influenciable y comienza a padecer alguna sintomatología física, buscará información y permanecerá en estado de hipervigilancia ante cualquier cambio, fomentado su inseguridad y su miedo a padecer lo que cree de manera irreal y a la vez somatiza en su cuerpo.
Llamada de atención: Cuando una persona se encuentra enferma, su entorno y seres queridos tienden a estar pendientes de ella y preocupadas. Existen personas que adquieren el rol de enfermo como manera de relacionarse con los demás, no de manera satisfactoria, sino padeciendo mucho sufrimiento y manteniéndolo, porque es la manera en la que mantienen sus relaciones interpersonales.
Comprobación constante de los síntomas: Las personas que viven con hipocondría, tienen la necesidad constante de comprobar su estado de salud. Se realizan revisiones habituales y en muchos casos de manera ritual de su cuerpo, en búsqueda de bultos, manchas o cualquier indicio que ponga de manifiesto que existe una enfermedad.
Información: Cuando una persona cree y siente que está enferma de manera constante buscará información. Son personas muy informadas, en muchos casos con conocimientos médicos muy elevados, que en lugar de paliar su ansiedad y su miedo, lo elevan porque asocian sus síntomas a las patologías más severas.
Acuden y evitan consultar al médico: En lo relacionado con consultar a un profesional sobre la sintomatología que sufren, este grupo de personas se dividen en dos. Existe un primer grupo que acudirá al médico y en caso de que se confirme que su patología no es grave o que no existe, que es somático, no quedarán conformes y acudirán a varios especialistas con la certeza de que algo les ocurre y la esperanza, acompañada de ansiedad, de que confirmen su diagnóstico.
Reducción de las relaciones interpersonales: Cuando una persona de manera inconsciente adquiere el rol de enfermo y lo mantiene durante un tiempo prolongado en su vida, poco a poco su vida social se irá mermando y disminuyendo. La preocupación por las enfermedades y por los temas de salud, serán su constante preocupación, ocupando todas sus conversaciones con amigos y/o familiares y expresando sus niveles de angustia, algo que en muchas ocasiones la gente no puede comprender porque ignora que esta persona sí está enferma, pero no a nivel físico, no a nivel visible.
Igualmente reducirán de manera voluntaria sus salidas, porque las asociará a lugares en los que puede enfermar, a comidas que no puede ingerir porque le pueden provocar algún problema estomacal, etc., acotando poco a poco sus relaciones con los demás.
Miedo y Ansiedad: El miedo es una de las emociones más poderosas en el ser humano y este tipo de personas llega a ocupar gran parte de sus pensamientos, afectando a sus pensamientos, sensaciones y demás emociones. El miedo excesivo, aumentará la ansiedad que padecen estas personas pudiendo llegar a padecer un trastorno por ansiedad.
Limitación de la vida diaria: Cuando estas personas hipocondríacas se sienten enfermas, aunque no sea una enfermedad real, ellos la sienten como tal, sintiendo toda la sintomatología de la misma, ya que somatizan en su cuerpo sus pensamientos, con el correspondiente sufrimiento e incomprensión que sienten. Todo esto les llevará a reducir todas sus actividades cotidianas y laborales, llegando incluso en los casos más graves al abandono laboral, personal y al recluimiento en sí mismos.
Por todo ello, la persona que sufre hipocondría es importante que comience un tratamiento, nuestros psicólogos de Rubik son especialistas.
Una vez que un profesional descarta que exista patología física, el siguiente paso en consultar a un psicólogo para iniciar un tratamiento para su trastorno. Si al leer esto se siente identificado con las causas, características o consecuencias que hemos descrito, no dude en acudir a consultar para poder liberarse del padecimiento y recuperar las riendas de su vida.
En RUBIK le ayudaremos desde el primer momento a poder comprender lo que ocurre, a dejar de sentirse aislado e incomprendido por lo que le ocurre. Le acompañaremos durante todo el camino.
Cada patología tiene unos criterios y una definición, pero aquí entendemos a cada persona como única, sabemos que la sintomatología no es igual en cada uno de nosotros y que la vida y las circunstancias que nos rodean son muy importantes a la hora de sentir y actuar. Por eso el tratamiento será individualizado en función de su historia de vida y de sus síntomas.
Buscaremos la explicación a lo que le ocurre desde el inicio desde su sintomatología, para poder eliminar para siempre las creencias irracionales y la somatización corporal que padece.
Rebajaremos junto con usted los niveles de miedo y ansiedad, hasta niveles tolerables y adaptativos a su vida, para que sea usted quien los puede controlar y no a la inversa.
Le ayudaremos a volver a aprender a escuchar su cuerpo y su mente en conjunto, a identificar que es lo que le ocurre en cada momento, para poder diferenciar lo irreal de lo real y así poder manejar sus emociones, sensaciones y conductas.
Le facilitaremos las herramientas necesarias para poder recuperar las relaciones personales y/o familiares que se hayan visto deterioradas y también las laborales. De este modo usted será capaz de retomar su vida diaria sin estar dominado por el miedo y por la angustia, sino disfrutando de la vida, que es lo que merece cualquier persona.